El palestino Mohamed Safa, participante en las jornadas ‘La Humanidad frente al imperialismo’, analiza la situación política de Palestina tras los enfrentamientos entre Hamás y Fatah.
DIAGONAL: Menos de un año después de la llegada al Gobierno de Hamás, los territorios ocupados se encuentran en una situación de total ingobernabilidad. ¿En qué medida el boicot de EE UU y la UE ha llevado a esta situación?
MOHAMED SAFA: Durante mucho tiempo de imperialismo, la comunidad internacional boicoteaba a países por no tener un proceso democrático, al menos era el eslogan que utilizaban, pero estamos ante un fenómeno nuevo: hoy se practica un embargo contra los países y pueblos que practican un proceso democrático cuyo resultado no es de su agrado, y el caso más claro está en el territorio palestino.
A nosotros nos acusaban antes de que no había una legitimidad democrática, y parecía que el único problema para los palestinos era que les faltaba un proceso democrático, y cuando los palestinos participan masivamente y apuestan libremente por una tradición política que no es la que ellos pretendían, intentan hacer un embargo para arrodillarlos. Ahora lo que quieren es una posición política vendida a cambio de alimentación. Saben perfectamente la necesidad que el pueblo palestino tiene, bajo la ocupación, de la ayuda internacional para poder alimentarse, pero esa ayuda internacional se condiciona a la adopción de una posición política por la que renuncien a lo esencial de sus derechos. El embargo está teniendo efecto sobre la población, con una tasa de pobreza y un nivel de hambre muy altos, y esto es resultado de una decisión política para obligar al pueblo palestino a aceptar una tesis que no cuadra con sus planteamientos.
D.: Israel, que ha bloqueado fondos palestinos y detenido a miembros del Gobierno, justifica su actitud en clave de lucha contra el terrorismo...
M.S.: Israel y EE UU meten todo en el mismo saco: al-Qaeda, el Gobierno de Saddam, Hezbolá y la resistencia palestina, bajo el pretexto de una lucha contra el terrorismo. El pueblo palestino está sometido a ocupación desde hace más de 40 años. Jamás en la historia un pueblo que ha luchado por la libertad ha sido considerado por los colonialistas como un movimiento de liberación, sino como terrorista.
D.: ¿Cuál es el origen profundo de los enfrentamientos, ahora violentos, entre Hamás y Fatah?
M.S.: Sin duda esto es parte de la ‘hoja de ruta’. Siempre hemos dicho que el plan de EE UU, la ‘hoja de ruta’, tenía un punto que era una guerra civil. Se fomenta la división palestina, y lamentablemente ha llevado a esta crisis interna. Pero si hacemos una lectura sencilla, me pregunto para qué tanto pelearse para tripular un barco que está hundido o va a hundirse. El error es que están peleándose por un poder que no existe. El pueblo palestino no tiene autoridad, sólo un derecho a la resistencia. La ‘hoja de ruta’ pretendía una guerra civil porque lo único que puede salir de ella es una parte palestina más debilitada para que acepte el dictado israelí en el territorio palestino.
Antes siempre decía que la guerra civil es la línea roja, y lamentablemente hemos traspasado esa línea. No hemos llegado a una guerra civil pero sí hemos llegado a una situación límite. Esto es lo peor que puede ocurrir y no podemos permitir una derrota política en este terreno; los palestinos deben entender que la batalla principal debe ser la batalla de la ocupación.
D.: En septiembre, Hamás y Fatah anunciaron negociaciones para formar un gobierno de unidad nacional. En la situación actual, ¿qué opciones ve a este Gobierno?
M.S.: Hay presiones externas para que haya una renuncia política a los criterios y reivindicaciones esenciales del pueblo palestino, y por tanto nosotros decimos que la única solución reside en un Gobierno de unidad nacional. No me gusta decir Gobierno, sino un liderazgo de acción común y comunitaria, de todas las sensibilidades y facciones que forman parte del arco político palestino, bajo un programa de acción política orientado solamente hacia acabar con la ocupación, llegar a la fase de la libertad y crear un Estado palestino independiente. Creo que las negociaciones van en el buen camino. Espero que haya un resultado positivo e inmediato, porque la situación palestina no puede aguantar situaciones más dilatadas como la que estamos viviendo.